Cualquier deuda con una empresa, por pequeña que sea, puede llevarte a estar incluido en un fichero de morosos como ASNEF, Badexcug Experian o RAI.
Las deudas pueden ser por préstamos o créditos, pero también por el pago de recibos de suministros, como los de luz, agua, gas o teléfono. De hecho, cuando devuelves un recibo por no estar de acuerdo con el cobro, la compañía puede acabar incluyéndote en un fichero.
En cualquier caso, para poder incluirte en un fichero de morosos, la empresa debe demostrar fehacientemente la deuda y también que se te ha requerido el pago. Es decir, la deuda debe ser exigible y cierta, además de estar vencida en su pago en cuatro meses. Si es dudosa, incierta o está sometida a litigio entre las partes, la deuda no puede ser incluida en un fichero de morosidad.
Si esto ocurre, puedes reclamar y posiblemente recibir una indemnización que, en función del caso y la gravedad de la infracción puede estar entre los 3.000 euros y los 15.000 euros.