Se consideran intereses abusivos los que algunas entidades cobran por prestar dinero. Se trata de una práctica muy común, que en los últimos años ha afectado a miles de consumidores. Y es que los prestamistas privados prestan dinero con mucha más facilidad que los bancos y menos cantidades. Los bancos prestan cantidades pequeñas. Con un prestamista privado consigues dinero casi sin requisitos, aunque estés incluido en una lista de morosos y en un tiempo récord. Eso sí, con intereses que superan con mucho el interés oficial del dinero.
Es decir, con los préstamos rápidos, micro préstamos o micro créditos, se consigue un préstamo de poco dinero de forma mucho más fácil, pero los intereses son abusivos. Esto significa que pagarás el dinero mucho más caro de lo que marca la ley. Per¡ro además, los intereses abusivos hacen que cualquier retraso en los pagos haga aumentar la deuda a un ritmo imparable.
Por otro lado, desde hace ya bastantes años, muchas entidades financieras han comercializado las llamadas tarjetas revolving. Los intereses de estas tarjetas también suelen ser abusivos.
Al aumentar las reclamaciones de clientes contra este tipo de prácticas -sobre todo relacionado con las tarjetas revolving-, finalmente el Tribunal Supremo dictó una sentencia el 4 de marzo de 2020 declarando abusivo un tipo de interés del 27% fijado en uno de estos créditos. El alto tribunal dijo que consideraba ese interés “notablemente superior” al interés medio de las tarjetas de crédito, que suele estar en torno al 20%. Aplicando una ley de 1908 (Ley Azcárate), declaró esos intereses como usura. A partir de ahí, numerosas sentencias han condenado en los tribunales a estas empresas de micro préstamos y a los bancos que emiten tarjetas revolving, ya sean propias o para conocidos establecimientos comerciales como supermercados, cadenas de moda, gasolineras, etc.