¿Te llaman la atención todas esas sentencias contra las tarjetas revolving? ¿Quieres saber a qué se deben?

Durante muchos años, los bancos y otras entidades, han estado colocando tarjetas revolving a los consumidores de forma poco transparente. Esto significa que se las ofrecían a clientes de todo tipo, sin comprobar sus perfiles de riesgo y sin explicarles correctamente las condiciones. Pero ahora, se suceden las sentencias contra tarjetas revolving que obligan a las entidades a anular los intereses y a devolver los que cobraron de forma abusiva.

Muchas tarjetas revolving no parecen ni siquiera tarjetas de crédito: llevan la marca de grandes superficies, de famosas tiendas de ropa, de gasolineras… tienen otras ventajas además de poder aplazar tus compras, que en realidad es su principal función.

La característica principal de las tarjetas revolving es que suelen permitirte aplazar tus compras pagando un importe fijo o un porcentaje. Es un funcionamiento diferente al de las tarjetas de crédito clásicas. Con estas últimas puedes pagar a final de mes sin intereses, o a plazos con interés. Con las tarjetas revolving, el problema es que suelen aplicar unos intereses altísimos que generalmente superan 20%, algo que la ley considera abusivo. Por esta razón, muchos consumidores se ha animado a reclamar estos productos. Casi todos ellos han conseguido recuperar todo el dinero pagado indebidamente, a veces durante décadas. 

Hasta el Banco de España terminó interviniendo en este tema. Preocupado por el endeudamiento al que han llevado estas tarjetas a muchos consumidores durante años, preparó una normativa al respecto. También, llegó a notificar específicamente a varias entidades financieras que no estaban cumpliendo con esas normas de transparencia e información que ya han entrado en vigor.